RECUERDOS: DOMINGO DE RAMOS 2012.

El domingo de ramos es el primer día oficial de la Semana Santa, y parece que fue la presentación de la semana que nos esperaba, nubes y claros, pero nubes amenazantes y muy, muy feas. Por lo que esto nos indicó que comenzaríamos una semana de inquietud y de más de una sorpresa. Y así comenzamos la Semana Grande, con estrenos mañaneros y tempraneras visitas a los templos, o incluso a los Besapies como el del Señor de Pasión, el Señor del Gran Poder o el Señor de la Salud de los Gitanos. Evidentemente tubo que ser la hermandad de la Paz la que tuviese que romper con lo que parecia un maravilloso y esperado Domingo de Ramos, siendo la primera cofradía en anunciar que NO realizarían la Estación de Penitencia 


por la maldita lluvia. Tras ella, se anunciaron de igual determinación las de los Despojos, la Hiniesta y la Cena, eso si, agotando todo el tiempo que pudieron, para intentar que llegase el milagro, tanto que hasta la Hiniesta echó a sus primeros tramos de nazarenos a la calle, e incluso a punto de poner al Cristo de la Buena Muerte en la plaza, menos mal que solo se asomó porque por entonces estaba lloviendo bastante.

Un rayo de luz y de esperanza nos daban en la decisión que se tomó desde la Cofradía del Amor, que decidió esperar a la salida de la segunda parte del cortejo.

Y así ocurrió, tras un pequeño retraso la Hermandad de San Roque se echó a la calle con menos posibilidades de lluvia, por fin, y por supuesto recuperando tiempo perdido, se trataba de hacer una Estación de Penitencia ligerita por si acaso. Y hasta allí me dirigí para matar dos pájaros de un tiro, ver la cofradía y visitar a mi Cristo de la Salud. Por la puerta osario se adentraba el Señor de las Penas a los sones de la Centuria, andando con el compás abierto, pero elegante, y con una mecida de su túnica que aireaba el olor a clavel que llevaba en sus plantas. El palio lo vinos en el Duque, antes de entrar en campana, también con el compás muy abierto, y a los sones de Pasa la Virgen Macarena, ya oscureciendo y con la candeleria completamente encendida, preciosa como siempre la Virgen niña de San Roque.

Después me dirigí hacia San Pablo para ver a la Hermandad de la Estrella, que como siempre, nos embriagó la emoción y la elegancia del andar de este paso de misterio, con ese hermoso monte de lirios o iris morados, con la luz de los guardabrisas titubeantes, y el andar de sus costaleros, que marchaba de costero a costero y de repente con el izquierdo por delante. Increíble los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de la Presentación al Pueblo de Dos Hermanas porque cada vez suenan mejor, y es increíble el compás que llevan con el Señor de las Penas. Mas de40 minutos esperamos a la Virgen de la Estrella, con toda la candeleria encendida, y con esa tez blanca tras su última restauración, brillante como su propio nombre indica, Estrella, a los sones de “Sevilla Cofradiera”, pasó ante nuestros ojos, en un momento sublime y con paso elegante como siempre.

Tras las pocas posibilidades que quedaban, debido a sólo las 4 hermandades que pudieron salir, decidí marcharme a la plaza del Salvados, coger un buen sitio junto a la rampa y ver por allí a la Hermandad de la Amargura, y por supuesto la completa hermandad del Amor. Y así ocurrió, vimos venir por Villegas el imponente paso de misterio del Señor del Silencio en el Desprecio de Herodes, con su andar valiente, siempre sobre los pies y a los sones de Cristo del Amor, pronto llegó la bellísima imagen de la Virgen de la Amargura, imagen imprescindible en mi Semana Santa y en mis Domingos de Ramos, a los sones de Virgen del Dulce Nombre y para marcharse por cuna como no podía ser de otra forma, con Amarguras.

Pronto apareció la policía abriéndole paso a la Cruz de Guía del Amor, y entre palmas rizadas y niños, muchos para las horas que eran, llego la palmera meciendo al Zaqueo y pudimos revivir esa entrada en Jerusalén a lomos de una burra, en una noche cerrada, a los sones de la Banda del Sol y tocando Réquiem y Cristo del Amor, hasta subir la rampa con paro lento y sobre los pies hasta que entró. Entonces llegaron las túnicas negras, con los cirios al cuadril y un silencio que antecedía entre incienso al maravilloso Cristo del Amor, con la plaza a oscuras y echando de menos la Saeta del Perejil, paso como un suspiro, impresionante la imagen de la trasera del paso encuadrada en la puerta del Salvador, con los altísimos guardabrisas encendidos y el pelícano dándonos lecciones de Amor. Y por fin el remate final, el exquisito palio de maya de oro que cobija a la Señora del Socorro, con toda la candelería encendida, en medio de la oscuridad y a los sones de unas de las mejores marchas compuestas para una noche como esta, “La Madrugá” avanzó por  en centro de la plaza hasta enfilar la larga rampa. Una fotografía exquisita, elegante e impresionante para despedir nuestra ya madrugada de Lunes Santo.

Un Domingo agridulce que nos dejó sin el estreno de la túnica del Señor de la Victoria y de la Hermosa y esperanzadora Señora de la Paz, Sin el maravilloso misterio de Jesús Despojado saliendo por la puerta del Arenal a los sones de “Al Compás de la Laguna”, tampoco pudimos ver el estreno del maravilloso manto bordado en oro, con mucho esfuerzo de sus hermanos, de la Virgen de los Dolores y Misericordia. Tampoco pudimos ver el elegante palio de la Virgen del Subterráneo, con esas marchas escogidas en su repertorio exquisito y con esos claveles rosas que suele adornarla, ni escuchamos a la escolanía de los niños que acompañan al Señor de la Humildad y Paciencia, y como no una imagen que nunca me suelo perder, el misterio de la Sagrada Cena, recientemente restaurado,  a los sones de la marcha Eucaristía…