martes, 28 de febrero de 2017

JUEVES SANTO QUE BRILLA MAS QUE EL SOL



Comienza sin duda las jornadas mas largas para nuestra Semana Santa, aquí al menos en Sevilla, sabemos lo que es despertarnos tarde, desayunar fuerte y salir sobre las cuatro o cinco de la tarde porque en muchos casos volvemos a casa para ducharnos y volver a salir, eso ahora con familia, porque antes sin niños, dejábamos a Pasión o Montesión para buscar la Macarena o Los Gitanos y dejábamos algunas de estas para marcharnos a Triana a comenzar y ver al Cachorro y la O…en fin la jornada mas larga sin duda…


Sobre las cuatro y media de la tarde ya estábamos en primera fila para ver la Cofradía de las Cigarreras salir del Puente de San Telmo y afrentarse por el Paseo Colón. Buscábamos sombras como podíamos porque hacia un sol de justicia, de los que nos gustan, pronto llegaba el paso de misterio del Señor de la Columna y Azotes, con un friso de lirios morados que resaltaban sobre el dorado, armonía entre las figuras secundarias y sus vestiduras, e impactada, como cada vez que lo veo con la mirada y las manos del Señor, el cual pudimos contemplar muy bien, por la lentitud de su revirá. 




Pronto llegaba ELLA, una de mis debilidades, no lo puedo remediar, la Virgen de la Victoria, aún con la candelería sin encender, en sus jarras ramos cónicos de claveles blancos, ese palio que la cobija de cajón, señorial y elegante, con la reciente restauración de los varales por Orfebrería Triana, para la Dolorosa Cigarreras, un lujo para los sentidos.








Sobre las cinco y media llegaba la Cruz de Guía de la Exaltación a la Calle Orfila, una representación de los Panaderos esperaba al paso de Cristo, tambores de la Banda del Sol y la parada pertinente ante la cofradía del Miércoles Santo, también iba exornado con frondoso friso de lirios morados, el paso de misterio siempre andando de frente, majestruoso el paso, cuando giraba para Lasso de la Vega el sol le daba de cara al Crucificado. Increíble y maravillada, de cómo esta Hermandad ha venido trabajando fuera de su sede renovando poco a poco su maravilloso patrimonio y su saber estar, todo un ejemplo, esperemos que para la próxima Semana Santa pueda volver a residir en su Parroquia de Santa Catalina. 
Foto: Ignacio Cácerez





Tras levantarse y hacer la parada de confraternidad con la Cofradía de los Panaderos, suena “Procesión de Semana Santa en Sevilla”, avanza con paso abierto, en las jarras orquídeas blancas, y rosas en tono vainilla, que bonita trasera de palio, así vemos revirar para Javier Lasso de la Vega, con la parte mas lenta de la marcha y antes de romper.








Foto: Josema Arreciado



Nos marchamos a la Calle del Emperador Trajano, para esperar el paso de la cofradía de Montesión, con un monte tupido de claveles rojo, lirios a los pies del Ángel, y el Señor con túnica blanca y mantolín burdeos bordado en oro, el paso venia a los sones del Himno de San Antonio, este año estrenaba maniguetas, paso terminando esta marcha y con el movimiento de su Olivo, un poco mas hacia delante paro el paso, y tras levantarse comenzó una nueva marcha y el paso comenzó andar de costero a costero, hasta arrancar en varios pasos seguidos, ya debían de verlo la gente que lo esperaba en el Duque. 






Foto: Pablo Lastrucci

La Novia de Sevilla, como es conocida por algunos en Sevilla, la Virgen del Rosario en sus Misterios Dolorosos llegó con toda su candelería encendida, con flores blancas, parecen puntas de gladiolo, en sus jarras y su andar peculiar, siempre con cintura, para mover esas bellísimas bambalinas. La Dolorosa ha sido restaurada por Pedro Manzano, realizándole tareas de limpieza en su policromía.





Por la calle Francos aparece la Cruz de Guía de Los Negros, y sus blancos nazarenos, música de capilla se escucha por la estrechez de la calle, justo entrando por la conocida Cuesta del Bacalao, nube de incienso y aparece el paso del Cristo de la Fundación, con los faroles encendidos, y el monte de rosas rojas aterciopeladas con una tonalidad oscura, entre medio algún tipo de flor u hojas como deshiladas, y pegado al canasto espinas, hermoso y elegante los cuatro ramos de bouquet de las esquinas sobre los respiraderos, impresionante el Crucificado, el cielo cada vez se va volviendo mas oscuro, esta atardeciendo, tras una parada, vuelve a reanudar su marcha, y detrás sus penitentes con cruces. 



Exorno Floral de la Virgen de los Ángeles





El paso de Palio apareció cuadrado en la estrechez de la calle, con andar de frente y con el compás abierto, a los sones de los tambores paso ante nuestros ojos, una pena no poderla disfrutar de ella un poco mas, eso si, que elegancia de paso de palio, que armonía entre lo plateado y lo dorado, entres sus jarras, sus candelabros, sus flores, hasta de algodones, las había…hermosura de manto con bordados y marfiles, hojas de palmas y esos ángeles que guardan a su Virgen, a la de los Ángeles.
Foto: Vanessa Gómez
Foto: Rocío Ruz





Por la Avenida, llega el paso de misterio del Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo y Quinta Angustia de María, en silencio entra por la Puerta de San Miguel de la Catedral Hispalense, silencio, nube de incienso, y el vaiven del Señor cogido por las sabanas blancas bajo la atenta mirada de la Virgen, manda el capataz la izquierda para comenzar a revirar, una vez centrado, se arría el paso para bajar la cruz, tres golpes de llamador y se levanta a pulso. Comienza de nuevo a caminar, poco a poco para  hacer su entrada en la Catedral, que decir de este misterio, precioso el paso, sus faroles bajos para iluminar una escena que nos trae recuerdos del ayer, impresiona el Señor con su movimiento tan real, que embriaga el silencio y el saber estar de esta cofradía en la calle.





Foto: ABC
Otro lujo del Jueves Santo, el paso de la hermandad del Valle por el anden del Ayuntamiento de vuelta. Ya se aprecia los que se van a casa, quizás para salir por la mañana al encuentro de algunas de las Hermandades de capas de la Madrugá, y los que entran preparados para ver algunas de las Hermandades de este Jueves, y continuar toda la noche. En la Plaza pronto llega la Cruz de Guía, miramos el reloj para poder irnos a la entrada de Pasión, pronto aparece el primero de los pasos, compás abierto, música de capilla para el paso conocido como el de los espejitos, el Misterio del Cristo de la Coronación de Espinas, el Señor 
coronado de espinas y con potencias doradas, la clámide en burdeos con pequeños bordados, en forma de lunares, rosas rojas aterciopeladas en ramos formando parte del perfil del canasto. Fijarse en el detalle de los cirios que portan los ciriales, con la cruz de espina cruzada por una vara. En menos de diez minutos aparece el segundo de los pasos, el Señor con la Cruz al Hombro, junto a las Marías, ternura en su mirada, y con ganas de agarrarle su mano para continuar, cruje la madera, y el silencio y el frío, se hace notar pasada las once de la noche. Cuando aun podemos verlo en la lejanía con su andar contundente, llega los sones de Virgen del Valle, y su paso de Palio totalmente encendido, con sus jarras de claveles color rosa,  de forma cónica e incluso en algunas de sus jarras bicónicas. El paso de Palio, que paso de palio, que bordados, que faroles, que bello marco para la Virgen de los ojos verdes, que delicado su llanto, que contenido, y que hermosura de noche.



Cruzamos el paso de las sillas de la Plaza de San Francisco, y llegamos hasta la plaza del Salvador, mucha suerte tuvimos porque nos colocamos en la Calle Villegas, y como cerraron el paso, pudimos acompañar tanto al Nazareno de Pasión como a la Virgen de la Merced hasta la propia puerta, se podía caminar perfectamente. Ya metidos bien en la noche, apareció el Señor de Pasión, que decir del Señor que habita también en mi casa, en sus filas va parte de mi corazón, de promesa perpetua. Como puede ser que tanta dulzura de su rostro, sea su muestra de dolor ante la irracionalidad de los que lo condenaron. La plaza a oscuras, se oía el racheo de sus costaleros, los golpes del llamador, y las cortas ordenes de su capataz, en su altar de plata andante, el Señor, con tunica lisa, hombro hundido por el peso de la Cruz y mirada baja, bajo sus pies, claveles rojos como alfombra, comienza a andar y el vaiven de su túnica nos adormece en el sueño de la noche. Lo seguimos entre rezos internos, por la salud, de nosotros, de los nuestros, de todos. Se escucha poco a poco como sube la rampa y como avanza hasta estar por completo dentro.

Volvimos a la confluencia de Villegas con Francos, para ver la llegada de la Virgen de la Merced, que este año conmemora el 50 Aniversario de su hechura, aun me resuena en los oídos la posibilidad de que la Virgen de la Victoria, pudiese ocupar el lugar de la Merced. También como novedad este año se reestrenaba los bordados de los faldones, que han sido restaurados y pasados a nuevo terciopelo. Por la esquina aparecía el paso de Palio ya con la candelería baja, completamente un ascuas de luz, aun por Villegas había luz, pero al adentrarse hacia la plaza, solo brillaba con luz propia el palio, sonaba una de mis marchas favoritas “Margot”, aun puedo cerrar los ojos y verlo, nube de incienso ante ella, andar pausado de sus costaleros, y mecidas suaves, hasta que comenzó a girar para cuadrarse ante la rampa, aun duraba la chicotá y comenzaba a subir la misma, y los últimos acordes de la marcha sonaba cuando aun podíamos contemplar la trasera de este bello paso de palio bajo el dintel

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